La evolución femenina en la historia
El rol femenino a través de los años, la formación del concepto actual del feminismo proviene del resultado de tres siglos de lucha por la igualdad. Todo comienza en el siglo XIX, donde un grupo de mujeres decidieron rebelarse en contra de aquel injusto sistema y levantarse a luchar por la igualdad, para dejar de ser vistas inferiores al rol masculino.
Dentro de esa época, a la mujer se le ignoraba totalmente, debido a que se creía que le faltaba inteligencia y las capacidades necesarias para ser considerada alguien importante dentro de la sociedad de aquel entonces. Debido a este pensamiento, las mujeres de esa época carecían de libertad y del cumplimiento de derechos fundamentales, como: el derecho al voto, el derecho a la libertad de vestimenta o hasta de pensamiento, además de restricciones a nivel educativo y profesional, ya que no se le permitía asistir a universidades o ejercer algún cargo público.
En el siglo XX, se pudo apreciar un pequeño cambio en torno al rol femenino, ya que comenzaron a pensar en ellas mismas, dejando de lado en algunas oportunidades, el papel de ama de casa y esposa para poder unirse a una causa mayor: “la guerra”. En este nuevo ambiente, las mujeres se desempeñaron en varios papeles para ayudar a su país como soldados menores, espías y/o enfermeras, además de que solían apoyar en la fabricación de municiones. Por otro lado, en esta época también se crea un grupo de mujeres que se juntaron para poder lograr llegar más allá, buscar que la mujer sea parte de la democracia, y así unos años más tarde se consiguió una gran logro, el cual fue que la mujer pudo votar por primera vez.
Actualmente, en el siglo XXI, la mujer que conocemos es en su mayoría independiente, conoce sus derechos y está preparada mentalmente para poder defenderlos, ya que ahora no tiene miedo de alzar la voz contra los que abusen de ellas. Ahora es común ver mujeres que sobresalen en diversas áreas como lo es a nivel académico y deportivo. Por otro lado, el cambio también ha ayudado positivamente a quebrar con los estereotipos implantados por la sociedad, ya que la mujer no solo cumple un rol de ama de casa sino que al poder trabajar aporta económicamente en las necesidades del hogar. Aquí se rompen los paradigmas formados.
En el presente blog encontrarán cómo es que las mismas mujeres a través de los años han ido cambiando su rol en la sociedad, desde que lucharon para dejar de verse inferiores al hombre y también el proceso de ganar su derecho al voto. Se puede decir que actualmente gracias a ellas, las mujeres pueden votar, trabajar en diferentes cargos y sentir que la brecha de igualdad con el hombre cada vez se reduce más. Sin embargo, a pesar de todos los avances obtenidos, en muchos países en desarrollo cuentan con una cultura conservadora, en la cual existe mucha desinformación por parte de las mujeres con respecto a sus derechos. Por otro lado, si bien los países desarrollados tienen una amplia inclusión de la mujer en la sociedad, las brechas salariales siguen siendo un punto a favor para los hombres.
La mujer ha sido uno de los personajes que más ha ido evolucionando a lo largo de la historia, desde amas de casa hasta poderosas políticas, la evolución del rol de la mujer sigue siendo controversial en varios lados pero los cambios que se han dado y seguirán dando ayudarán a seguir influenciando y concientizando a la sociedad.
REFERENCIAS:
- Casa Editorial El Tiempo. (2000, 10 enero). MUJERES SIGLO XX. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1291962
- Pimentel, C. D. (2017, 23 noviembre). Las mujeres fueron decisivas en la Segunda Guerra Mundial. RPP. https://rpp.pe/mundo/actualidad/asi-lucharon-las-mujeres-en-la-noticia-1073700?ref=rpp
- ACE. (s. f.). La participación de las mujeres como votantes y electoras —. Recuperado 10 de septiembre de 2021, de https://aceproject.org/ace-es/topics/ge/ge1/ge11/la-participacion-de-las-mujeres-como-votantes-y
EL MATRIMONIO OBLIGADO S.XVIII
La evolución del matrimonio ha generado distintos modelos dependiendo del ideal propio de cada época. Para entender la idea de matrimonio que se tenía entonces debemos situarnos en el siglo XVIII, donde el “deber” frente a la sociedad y los convencionalismos eran la causa de toda relación entre hombre y mujer. Los matrimonios de conveniencia eran lo más usual en aquel momento. Con ellos, era posible mantener los estamentos sociales, el rango y honor familiar. Por lo tanto, estos matrimonios eran simplemente pactos entre los padres de los correspondientes contrayentes, donde el amor prácticamente no existía, y el dinero y la clase social eran los únicos intereses presentes. El objetivo de los matrimonios era tener descendencia, crear una familia y perpetuar así los apellidos. No es de extrañar con esto, la existencia de amantes e hijos ilegítimos como algo completamente normal en la sociedad.
Fue sobre todo en el siglo XVIII cuando los nacimientos de hijos ilegítimos se incrementaron, debido a una serie de reajustes en el terreno económico y laboral, donde los Gremios comenzaron a acoger por primera vez a los hijos bastardos, dando lugar a un gran cambio en la estructura social. Evidentemente, la posibilidad de divertirse por vías extramatrimoniales no se veía de la misma manera en un hombre que en una mujer: ella aceptaba su papel de sumisa y servicio a su señor. Para muchas mujeres, unirse en matrimonio suponía la manera de introducirse en la sociedad y la liberación de un padre riguroso o huir de la reclusión religiosa.
Para entender la clase de relación que existía entre el hombre y la mujer es importante analizar el espacio individual de cada uno de ellos: sus dormitorios estaban separados y cada uno de ellos tenía su propio gabinete donde durante o después del aseo podían recibir visitas. Cada espacio permitía una vida completamente independiente, lo que demuestra un claro distanciamiento personal entre ambos.
Por otro lado, la transmisión de la herencia jugaba también un papel importante; tanto en los testamentos de mujeres como en los de varones, y del cónyuge o cónyuges que formaron parte de sus vidas. El interés por dejar bien reglamentado el futuro de los hijos habidos en el matrimonio o la posible devolución de la dote a la familia del cónyuge fallecido son aspectos fundamentales en la vida familiar del siglo XVIII. Los hombres generaban un número de nuevos casamientos muy elevado, mientras que las mujeres ocupaban menos lugar en este aspecto.
La mujer casada en ese tiempo gozaba de mayor libertad, que fue criticada por los pensadores ilustrados, los cuales consideraban que conducían hacia un desprestigio total del matrimonio.
En base a esto, se puede demostrar el gran cambio que ha habido en la concepción del matrimonio antiguo, el cual no se basaba en una decisión en conjunto sino en la obligación de una unión en base a un beneficio de herencias y social debido al pensamiento arcaico que existía aún. Por otro lado, es importante resaltar que la mujer dentro del matrimonio cumplía un rol de carácter sumiso, y al servicio de su esposo.
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