LAS INJUSTICIAS LABORALES S.XVIII
La mujer del siglo XVIII tenía un papel secundario en la vida del hombre y la sociedad. Mediante un sistema basado en un buen manejo doméstico, principios y valores de la iglesia, se buscaba que las mujeres adoptaran un papel de buena esposa y madre. Con el propósito de dominar a las mujeres, excluirlas del mundo laboral y atraparlas en el trabajo doméstico.
Las palabras mujer y familia se volvieron conceptos tratados como inseparables, ya que era imposible concebir a una mujer sin familia y a una familia sin mujer, resaltando la importancia de su rol en la familia. Sin embargo, este concepto no fue adoptado por todos los gremios en general. Los intelectuales, los políticos y aún los varones pertenecientes a los sectores populares coincidieron en que las mujeres debían recibir una buena educación elemental que les permitiera desempeñar eficientemente sus tareas domésticas, educar a los hijos y ser las guardianas de la moral familiar y social. Y es que, mientras que los burgueses resaltan un modelo de familia y de mujer, los grupos subordinados se negaron a adoptar estas nuevas ideas.
Durante este periodo, la educación no fue un medio para que las mujeres alcanzaran un desarrollo intelectual, personal, social o económico: sino como un medio para garantizar la consolidación de la libertad de expresión. Y es que, mientras que los sistemas educativos pensaban exclusivamente en los hombres y consideraban a la mujer como el género inferior, aparecían a su vez nuevos movimientos que se encargan de brindarle una voz a la mujer. Sin embargo, a esta situación no contribuía el hecho de que varias de las damas de la época se negaran a adoptar las modernas ideas de educación femenina, refiriendo ser mujeres tranquilas y calladas, que no destacaban en sociedad. Bajo esta situación, aparecieron dos tipos de mujeres en particular. El primer grupo de mujeres, no adoptó estas nuevas ideas porque la extrema miseria y pobreza anulaba todos sus deseos de ilustración; mientras que en el segundo grupo, abarcado por mujeres de estratos sociales más altos, compensaban la subordinación al varón con una vida cómoda y resuelta. De tal modo, las trataban como inútil para el hogar doméstico y todo lo útil para hacer desgraciado a un hombre.
Por otro lado, la llegada de la Revolución Industrial a finales del siglo fue la oportunidad perfecta para que cientos de mujeres puedan levantarse en contra del sistema y exigir el cumplimiento de sus derechos. Pese a que este logro significó su incorporación al mundo laboral, las injusticias se siguieron dando, plasmados en la desigualdad salarial y diferencia en los derechos laborales.
Referencias:
- La vanguardia (2021,12 agosto ).,Mujer en el mundo laboral
https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20180129/44376132844/mujeres-mundo-laboral.html
- Díaz N (s.f).Mujer y educación.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4745694.pdf
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